Nota: Este es un blog personal sin ninguna intención comercial o de notoriedad personal, sólo amigos y aficionados a las motos lo verán por lo que me he tomado la libertad de ilustrar esta entrada con material que no es mio. Todos los fotogramas están sacados de la red por lo que el mérito de ellas pertenece a sus autores. Cuando ha sido posible se ha dejado el nombre del autor. En el caso de que alguien se sienta perjudicado por este hecho sólo tiene que indicarlo y serán retiradas.
La foto que, en estos momentos, puede verse como encabezamiento de este Blog está hecha por Stephen Davison, uno de los propietarios de la agencia de noticias gráficas deportivas Pacemaker y afamado fotógrafo deportivo.
Para ser exactos es la portada de uno de sus libros «Between the Hedges» (Entre los Setos) dedicado al mundo de las carreras en carretera, las Road Races.
En la foto se puede ver a Michael Dunlop, uno de los sobrinos del mítico Joey Dunlop, haciendo un «caballito» en un tramo de carretera denominado «The Dark Hedges».
Este tramo tiene la peculiaridad de tener dos hileras de hayas, una a cada lado de la carretera, que entremezclan sus ramas formando una cúpula natural impresionante que da al paraje un aire de bosque encantado y le dota de una atmósfera especial, casi mágica, que engancha el sentido de la vista.
Como no podía ser menos existen multitud de fotografías del sitio, basta preguntar al «tito google» y dar a la opción imágenes para comprobarlo. Desde fotos de personas anónimas hasta fotos de profesionales de renombre algunas impresionantes.
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Para visitar este paraje debemos viajar a Irlanda del Norte, más exactamente al condado de Antrim. Y allí, a pocos kilómetros del pueblo natal de Joey Dunlop, Ballymoney, y a otros pocos de la villa de Armoy, donde el propio Joey, su hermano Jimmy, Mervyn Robinson y Frank Kennedy crearon en 1977 la famosa «The Armoy Armada», podemos encontrar la carretera.
Es uno de los muchos destinos que hay en Irlanda a los que me gustaría viajar y obtener mi propia foto con mi propia moto.
Lo malo de estas cosas, de soñar despierto, es que ponerlas en práctica no es tan sencillo como parece. Demasiados lugares nuevos que visitar en Irlanda y demasiados a los que me gustaría volver, demasiado tiempo libre necesario, demasiado dinero para los tiempos que corren.
Pero todo se andará.
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